Características de este trastorno
El perfil de un niño con
Síndrome del niño emperador se caracteriza por ser un niño contestatario, inteligente,
rápido, no acepta el límite de su autonomía y cuando no obtiene lo que desea se
frustra y estalla. Lamentable actuación cuando los padres son afectuosos e
intentan dedicar atención a los niños, les hablan como a iguales y les
justifican todas las decisiones tomadas, es lo que se conoce como la
democratización de la familia. Puede verse como algo positivo, pero recordemos
que son niños y que pueden confundir la democratización con la creencia de
tener derechos que en realidad todavía no poseen.
Cuáles son las razones?
Muchos padres se preguntan que han
hecho mal, que ha ocurrido, que ha fallado… Los expertos señalan innumerables
causas genéticas, familiares y ambientales que ayuden al desarrollo de este
síndrome.
Algunos
expertos consideran que ha habido un abandono de las funciones familiares,
sobreprotección, hábitos familiares determinados por la escasez de tiempo,
ausencia de autoridad, permisividad y, sobre todo, falta de elementos
afectivos, como la calidez en la relación con los hijos.
Se tiende a culpar a los padres de
este tipo de conductas por ser demasiado permisivos y protectores con sus
hijos; aunque, también, influye el ambiente porque hoy los niños viven en una
sociedad consumista, individualista y que prima el éxito fácil y rápido por
encima de todo.
Detectar síndrome del emperador desde el colegio
Como en cualquier trastorno, la
detección a tiempo fundamental. Si se detecta a tiempo, y con el adecuado
tratamiento psicoeducativo, la situación puede ser remediada. Para ello, es
necesario que la familia al completo colabore y se preste al tratamiento,
participando con los profesionales adecuados (sobre todo hacia la madre)
La única forma de eliminar estas
conductas es con tratamiento especializado, tanto del niño como de la familia.
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